Porqué tomar probioticos
Los estudios que declaran la importancia de la salud intestinal no paran de aparecer y detrás de ellos un sin fin de probióticos salen al mercado.
Pero como consumidor muchas veces nos quedamos pensando, ¿hace falta tomarlos? ¿Cómo se cuál vale la pena?
Empezamos por qué es un probiótico.
Los probióticos son microorganismos que ayudan en varios aspectos de la salud general al proporcionar cepas benéficas de organismos que ayudan a repoblar la flora intestinal con el tipo "adecuado" de bacterias y levaduras.
Los probióticos parecen tener una lista cada vez más larga de superpoderes y esto puede ser especialmente cierto cuando se trata de probióticos para mujeres.
Hay estudios que comprueban que los probióticos pueden ayudar a:
- Reducir la resistencia a la insulina
- Disminuir la inflamación
- Mejorar la fertilidad; mejores resultados de fertilidad asistida y embarazos más saludables
- Disminuir la incidencia de infecciones del tracto urinario y vaginales
- Posible prevención de condiciones como SOP y endometriosis.
- Promueve un equilibrio de estrógeno más saludable
- Mejora la función del eje HPA, ayuda a reducir el estrés y mejora de la resiliencia y el bienestar
- Puede ayudar a reducir la ansiedad y la depresión, que pueden derivar en un mejor estado de ánimo premenstrual
- Promueve el buen descanso, ritmo circadiano más saludable y ruptura del ciclo de estrés que causa problemas de sueño
- Ayuda a casos de Síndrome de Colon Irritable, mejorando los síntomas del estreñimiento, la hinchazón y la diarrea.
- Lograr un peso más saludable; pérdida de peso mejorada
¿Quién debe tomarlo?
Cualquier persona a la que la mejora de dichos síntomas le favorezca podría tomarlo para obtener beneficios. En caso de agregar probioticos y haya empeora en los síntomas gastrointestinales eso podría sugerir una dysbiosis y es recomendable acudir a un médico funcional que le pueda ayudar a sanar su intestino.
¿Cómo elijo uno bueno?
Cuando compras un probiotico idealmente busca uno que contenga 10 billones UFC (Unidades Formadoras de Colonias) o más y de ser posible que contenga distintas cepas, incluyendo Lactobacillus y Bifidobacterium.
Y por último, tomes o no probióticos es recomendable agregar alimentos fermentados como el vinagre de manzana, los pepinillos, el kimchi, el sauerkraut o un yogurt griego orgánico (si toleras los lácteos).
